
8 Paradigmas que se rompieron durante la contingencia
- Es complicado e impensable que los colaboradores migren a un modo Home Office.
- Además de complicado sería inconveniente por un bajo «nivel de supervisión».
- En modo Home Office la gente será menos productiva.
- Trabajando desde casa se trabaja menos tiempo.
- Las tecnologías digitales no son tan indispensables.
- Las organizaciones deben invertir más en infraestructura, espacios físicos o mobiliario y menos o nulos recursos en incorporar formatos digitales y de asistencia remota.
- Trabajar en el desarrollo de la cultura organizacional es algo que suena más romántico y secundario.
- Los espacios y elementos para facilitar el trabajo en casa no son convenientes (por aquella recomendación de que uno no se lleve trabajo a casa).

Es un hecho que muchas industrias como la restaurantera, turísticas y en sí, cualquiera que demande la presencia física de las personas en el punto de venta no la tienen nada sencilla, pero, ¿quien pudiera negar que la necesidad por las circunstancias impulsó e incluso a más de uno obligó a reinventarse y adaptarse si no se deseaba «bajar la cortina»?
Trabajar en el desarrollo de la cultura organizacional deseada permitiría a las organizaciones tener colaboradores enfocados y comprometidos en cumplir sus resultados y responsabilidades estén donde estén y no únicamente «cubrir» su jornada laboral.
Me parece que las empresas hoy tienen 3 retos enfrente:
- Incorporar formatos digitales y de asistencia remota y mantenerlos activos.
- Desarrollar una Cultura Organizacional de alto desempeño y con colaboradores comprometidos.
- Incluir en la planeación de los recursos los necesarios para que sus colaboradores puedan ser productivos y creativos trabajando desde casa.
¿O realmente podemos decir que esto no podría volver a suceder? O, que ¿no podría resultar incluso conveniente tener quizás un ajuste parcial a la forma en que se está operando, aún sin contingencia?
Francisco Muro